Durante algunos meses he estado leyendo el arte de ser un "emprendedor" que según cuentan, es pasar de ser un asalariado a crear una vida de empresario, en donde adquirás ventajas como manejar tu tiempo, tus finanzas, organizar tu vida personal, contratar gente y claro, ser feliz.
Gracias a esas intensas lecturas y a que llevamos mi esposa y yo tres años con dos trabajos a la vez (asalariado y consultor) decidimos comenzar con esta aventura de emprender.
Es incríble cómo una decisión cambia tanto tu percepción de la vida, principalmente en el ámbito laboral. Anteriormente mi mayor preocupación, llegar a tiempo a la oficina (ese reloj checador es un fastidio), salir a tiempo de la oficina y claro, trabajar en lo que me supervisan y en lo que no darle largas hasta que alguien comience a supervisar.
No es que ya sea un gran empresario, ni siquiera un gran emprendedor, es más, en estos momentos aún soy asalariado y consultor, sin embargo, el contratar a alguien, pagarle cada semana, supervisar su trabajo y además ver que esa persona pierde el tiempo al igual que yo me hace pensar, ¿quién dijo que la onda es ser emprendedor?
Si señores, lean bien, no todo es miel sobre ojuleas al emprender. Les platico una historia....
Después de 3 años de tener dos trabajos, decidimos renunciar a esa vida placida que nos da una empresa fija y PROBAR (literalmente) suerte en el área empresarial autoasistida. Tres años parece mucho, sin embargo, con cuentas por pagar, hijos, familia, fiestas el ingreso nunca fue fijo.
Sin embargo, el milagro sucedió, 8 meses seguidos con 8 meses de ingresos constantes y lo mejor aún, una empresa, de 30 empleados decide que somos su mejor opción. Ser la mejor opción para una empresa como esa nos permite mantener nuestra empresa recién creada por lo menos 10 meses... me saqué la lotería; ja ja ja, no me saqué la lotería, me saqué reintegro.
Resulta que la empresa esta igual que mi empresa emprendedora, creciendo, con el doble de tiempo en funcionamiento y sin dinero.
En estos momentos, no se qué es mejor, llorar, reir o aceptar mi reintegro, volver a formarme y esperar que el siguiente boleto tenga mejor "suerte".
Todos los días luchamos por conseguir un pedazo de eso que la televisión, los libros y la vida nos dice que es satisfactorio, un cachito de dinero por nuestro mayor esfuerzo. Ser emprendedor es dar tu mayor esfuerzo, te hagan saber que vales lo que cobras y que por supuesto te digan que no tienen para pagarte. No es tan malo al final de cuentas, se cerró el trato, no voy a mantenerme por 10 meses, pero tengo una ventaja, sigo siendo emprendedor.
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