jueves, 12 de febrero de 2015

Cuando renuncias

Ya el tiempo se vino encima y finalmente renuncié a mi empleo para irme a emprender.  Antes de emprender debí de aprender lo que ya estoy aprendiendo.
Cuando uno comienza a trabajar, el sueldo propuesto siempre viene de la mano con tus capacidades, estudios y lo que la empresa puede pagar por ti. Cuando renuncias tu sueldo contiene experiencias, amistades, compromisos, proyectos y sueños tanto propios como compartidos.
En alguna ocasión leí que cuando despiden a alguien con muchos años trabajados este entra en una depresión  casi igualable a un divorcio y con justa razón, das tu vida más que incluso en casa.

Tengo mi corazón puesto en mi nuevo proyecto y solo por eso no corro con mi jefe a decirle que todo era una broma, que prefiero seguir haciendo como si la empresa me ofrece la mejor oportunidad de vida mientras ellos hagan como que ofrezco la mejor mano de obra.

Cuando renuncias dejas todo y ganas todo, nunca será una transacción justa, pero es justo como la vida, justa según los ojos de quien la mire.

No hay comentarios:

Publicar un comentario